Regalos del corazón de un policía

Las escuelas primarias del Distrito Escolar de Katy (Katy ISD) atienden a más de 1,100 niños con autismo y otras necesidades especiales. Muchas personas ven en ellos razones para tener compasión o prestarles ayuda, sin embargo, para el oficial Luis Santiago son ante todo niños a quienes hay que querer y cuidar.

Hace un año, Luis Santiago, oficial  del departamento de policía de Katy ISD tuvo la iniciativa de dar un regalo especial a estos niños, el cual ha tenido un gran impacto en ellos y en sus padres: Un osito de peluche vestido con el uniforme de policía de Katy ISD llamado “Teddy Cop”.

La idea surgió una mañana en que el oficial se encontraba vigilando la llegada de los niños en una escuela primaria. “Por lo general, los oficiales vamos en la mañana a seis o siete escuelas; supervisamos la entrada y saludamos a los niños”, nos explicó el oficial Santiago. “Ese día en particular llegó esta niña y se me quedó mirando, y cuando se iba alzó la mano para decirme adiós y me tiró un besito”.

Era una niña de 9 años que nació con un tumor en el cerebro. Aunque le hicieron cirugía, esa condición le disminuyó su capacidad de aprender y necesita una silla de ruedas para transportarse. “¡Esa niña me robó el corazón!”, nos confió. “A partir de ese día yo empecé a ir a esa escuela todos los días a la misma hora para saludarla”.

“Al ver a niños con condiciones similares a las de ella, quise regalarles algo”

 

“Al ver a niños con condiciones similares a las de ella, quise regalarles algo”, continuó. “Empecé con los estudiantes de preparatoria. A todos los estudiantes de educación especial que se graduaban les dimos un certificado de felicitación y un osito vestido con toga y birrete. Así empezamos con “Teddy Grads” en el verano del 2016”.

“Después pensé que muchos niños a esa edad —y con su autismo o su condición especial— le tienen miedo a una persona en uniforme, por eso decidí hacer “Teddy Cops” para enseñarles que no deben tener miedo, que somos sus amigos y que estamos aquí para protegerlos”, afirmó. “También para decirle a los padres que estamos aquí para la protección de sus hijos y que están en buenas manos en  Katy ISD.”

El oficial Santiago es excepcionalmente sensible a los niños con necesidades especiales. Él mismo tiene un nieto con autismo y su esposa Elizabeth es maestra de educación especial, también en Katy ISD. De hecho, ella misma cose los parches del escudo oficial de la policía en los trajes de los ositos. “Este programa es especial para niños especiales. Ellos muchas veces se ven relegados de los demás y mediante este detalle queremos decirles que son importantes”, aseguró el oficial Santiago.

Los ositos se regalan a los niños de educación especial en los programas “PPCD” (Preschool Autism Program), “ECAP” (Early Child Autism Program, niños de primero a tercer grado), “YCAP” (Young Children Autism Program, niños de cuarto y quinto grado) y “Life Skills”, que son niños con discapacidades severas.

La respuesta de los niños y sus papás ha sido extraordinaria a través de cartas de agradecimiento, mensajes en Facebook y llamadas telefónicas. A continuación compartimos un fragmento muy emotivo de una de estas cartas, que invita a la reflexión:

Querido oficial Santiago:

Hoy mi hijo recibió uno de los ositos que usted repartió en la escuela. Fue una gran sorpresa verlo llegar a casa con un regalo tan considerado e inesperado. ¡Me emocionó tanto verlo, que al instante rompí en llanto!

Los niños y padres en la comunidad de necesidades especiales estamos constantemente estresados y buscando respuestas, llevándolos a diferentes médicos, yendo a reuniones y sesiones terapéuticas, y gastando mucho dinero, tratando simplemente que nuestros hijos tengan una niñez lo más normal posible.

La mayoría de los padres con hijos neurológicamente típicos no ven esto. Ellos sólo ven las discapacidades que saltan a la vista como la silla de ruedas, las abrazaderas o las deformidades, a las cuales tratan con cierto grado de compasión y comprensión. Pero esto no siempre es así cuando se trata de niños con otras necesidades especiales como el autismo, ADHD, desorden de procesamiento sensorial y muchas otras “discapacidades invisibles” que hacen a nuestros hijos diferentes y sujetos de juicios incorrectos o de lástima, intencionalmente o no. En muchos casos los niños se burlan de ellos o no los incluyen en sus juegos, o sus padres los alejan porque “no saben qué está mal” con mi hijo. (…)

Le digo todo esto porque hoy nada de eso importó. Hoy, usted les trajo a nuestros niños estos hermosos y generosos regalos. Quizás ellos aún están muy pequeños para entender su magnitud, pero les dio una gran alegría recibirlos y los ha hecho sentirse más que especiales. Yo sentí una profunda alegría al saber que alguien allá afuera se interesa por mi hijo y sus necesidades y que se dio el tiempo para enseñarle algo muy importante, no sólo en cuanto a su seguridad y las personas que ayudan en la comunidad, sino para hacerle saber que él también importa. (…)

Le escribo para darle las gracias. (…)

Hoy pude sentirme tranquila al saber que mi hijo siempre estará protegido y que allá afuera hay personas que cuidarán de él. Hoy usted nos regaló esperanza y felicidad. Una vez más, desde el fondo de mi corazón ¡muchas gracias!

Sinceramente,

Una madre orgullosa